Tibet libre, es una causa digna, como todas aquellas que defienden la paz y la libertad de los pueblos. La estrategia que mantienen sus defensores, de dar a conocer su lucha aprovechando el recorrido de la antorcha olímpica, a mi entender, es inteligente y respetable.
Lo que ya no me parece tan brillante es, dedicar 3000 policías a custodiar la llama, para evitar que sea apagada por las huestes protibetanas y que el responsable de turno decida extinguirla para abortar cualquier posibilidad de que se salgan con la suya.
2 comentarios:
Mezclar deporte con politica nunca es bueno, y ese va a ser el principal fallo de los independentistas Tibetanos, hay otras formas de darse a oir, un evento deportivo no es la forma mas logica.
Phil
De acuerdo en la distancia entre deporte y política. Nunca deberían mezclarse, pero los independentistas tibetanos han conseguido hacerse oír, que era su propósito. En cambio el policía tenía como objetivo mantener la llama a salvo y la apaga para que no la apaguen.
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