Una perla al día

sábado, 13 de junio de 2009

La ceremonia del té

Foto realizada en Azuqueca, a una bailarina en la feria del comercio. (gracias por posar)


El primero amargo como la vida, el segundo dulce como el amor y el tercero suave como la muerte.


Nosotros tenemos relojes, pero ellos tienen todo el tiempo del mundo.

4 comentarios:

M. Emilia Pavón dijo...

Con "ellos" ¿te refieres a los niños?.
Me gustan esos tés, pero, a veces, la vida es suave, el amor, amargo y la muerte... dulce.

DUMYISLAND dijo...

No, me refiero a los habitantes del desierto, que emplean su tiempo en conocerse a ellos mismos y a los que les rodean.

M. Emilia Pavón dijo...

La verdad es que con esa foto (preciosa) no hacía falta ser un lince para adivinar quiénes son "ellos". En fin, es lo que tiene que se te vayan apagando luces.

DUMYISLAND dijo...

Los niños, viven en una realidad paralela, quemando el tiempo, totalmente felices, (la mayor parte de ellos).
Siempre he mantenido la teoría, de que el tiempo tiene distintas velocidades y que los relojes son los objetos más inútiles de la creación.
Tengo la idea romántica, de que los habitantes del desierto, en su desprecio por el tiempo, tienen la llave de la verdad de la vida.