Una perla al día

lunes, 4 de enero de 2010

Las golosinas mentirosas

Estoy harto de que hagan tantas cosas por mi bien. Harto de que me metan la mano en la cartera. Harto de tantas prohibiciones y vigilancias preventivas.
Me he leído el desarrollo normativo del canon por copia privada y es la gotita que colma el ya rebosante vaso de la paciencia. He aquí unos ejemplos:
-1 disco duro con 160gb (22 € de canon)
- 1 regrabadora de dvd's de ordenador (16,67 € de canon)
- 1 impresora multifunción (10 € de canon)
- 1 cámara de fotos con memoria para 200 fotos (9 € de canon)
- 1 reproductor de dvd de salón (6,61 € de canon) - 1 Equipo de música pequeño (0,60 € de canon)
- 1 línea adsl 1 MB (35 € de canon anuales)
- 200 cd's vírgenes para grabar diversos datos (50 € de canon)
- 100 dvd's vírgenes para grabar diversos datos (140 € de canon)
Lo curioso es que el dinero recaudado no va a repercutir en la creación de nuevas bibliotecas, auditorios de música o escuelas de arte, si no que va a parar a los bolsillos de unos pocos.
El caramelo que nos ponen delante es que gracias a ese canon sobrevivirán los autores y podrán seguir creando arte. Con todos mis respetos, la música podría haber pasado sin la contribución de Monchito, sin ningún problema y Bethoveen podrá descansar tranquilo en su tumba gracias a su sordera que le impide escuchar desde el más allá los arreglos de Cobos.
Nos venden chuches sugerentes, que lo único que nos producen son caries y lo bueno es que siempre salen defensores. Ahora nos prohiben fumar en los bares, ir sin camiseta por los chiringuitos de la playa, hacer topless (yo llevo haciéndolo toda la vida), decidir estar gordos, bailar Paquito el chocolatero en las bodas, interpretar Fuenteovejuna...
El colmo es, que por seguridad, nos pueden poner en pelotas o magrear en cualquier aeropuerto. Me imagino pasar por el escaner nuevo, y que me hagan una foto del "mandao" y sin pagarme la exclusiva. Cómo hagan otro atentado, lo siguiente será un tacto rectal en la T4, que bien mirado puede aliviar las revisiones prostáticas de la Seguridad Social.
En fin, hecho de menos las piperas de antes, cuando podía montar en bici sin esas ridículas chichoneras y grabar en cassettes la música de la radio.

1 comentario:

Cristina Catarecha dijo...

Comprendo tu hartazgo y no quiero desanimarte pero creo que la cosa va en aumento y para largo.
Por mi parte lo tengo claro: que les den, a todos, mucho y por mucho tiempo. Se me llenó el vaso, la tinaja y el hidromasaje.
Ahhhh....y que me devuelvan el dinero de la renta, que ya está bien, coñe!!.
Gentuza.

Y otra cosa, tu post, genial :-).

Un beso.