Hola Miguel Ángel. Ayer hizó un año que me despedí de ti en este rincón el cual frecuento poco (se me quitaron las ganas).
Tal como te dije, sigues vivo en mi memoria y no hay día que las noticias no me hagan pensar en lo que dirías al leerlas y me imagino las conversaciones que tendríamos.
Este año ha servido, para constatar que tenías razón. La deriva ha sido clara. Los mandatarios europeos se reúnen cada dos por tres para convencernos de que no hay otra salida que convertirnos en pobres y que tenemos que pagar hasta por respirar. Y aqui andamos, pagando urdangarines.
Hoy voy a pelear con BANKIA, que le han... como decirlo "secuestrado", "limpiado", "robado"? los ahorros de su vida a mi padre. Es un molino muy grande y tengo la lanza rota, pero ten la seguridad que les morderé las aspas mientras tenga dientes.
1 comentario:
Es curioso lo rápido y lento que pasa el tiempo a la vez. Es un gran contrasentido, lo sé, pero así lo siento. Pienso a menudo en ti por lo que comenta Arturo y las conversaciones que nunca tuvimos, que fueron muchas las que se quedaron pendientes; pienso en ti cuándo veo un buen rioja y, al beberlo, te vuelvo a ver en aquel bar, la última vez que nos vimos, y te observaba con admiración por tu empeño en vivir.
Ya ves, Miguel Angel, muchos recuerdos que ahora acompaño con unas lágrimas porque a la buena gente se le quiere y se le llora.
Un beso.
Publicar un comentario