No puedo decir, que no lo conociera personalmente, ya que conocí su poesía que es lo más íntimo que tiene un ser humano. A los 88 años deja huérfana la poesía. Me preguntó cuantos sintieron el amor al cobijo de sus palabras y cuantos sintieron con ellas despertar su conciencia.
Desaparece con él uno de los últimos humanistas íntegros y plenos. En los tiempos en que la ética está de vacaciones, su ausencia se hace enorme.
1 comentario:
Le dedicaré este mes y me reconcialiaré con su dulzura casi empalagosa. Últimamente, necesito mucho azúcar.
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