Esta mañana, mientras las mujeres de mi casa dormían y el silencio era dueño de la calle, el simple acto de preparme un café mirando la lluvia a través de la ventana, me ha hecho sentir bien. Por un instante el mundo parecía girar en la dirección correcta.
1 comentario:
Precioso momento.
Fluir.
Gracias por compartirlo.
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