Una perla al día

sábado, 19 de abril de 2008

Sentimientos asquerosos

Esta mañana he ido a Correos a por uno de esos paquetes que recibo de mis compras por ebay y he presenciado uno de los episodios más vergonzosos de mi vida. Se encontraban en la oficina dos hombres jóvenes, una señora rubia y dos empleadas de la estafeta. Uno de ellos que se "maldefendía" con cuatro palabras en español estaba en la ventanilla de recogidas, firmando un impreso, en el recuadro que la señora rubia le apuntaba con el dedo, mientras el otro repetía la palabra "money" indicando los impresos de Money Gram.
Un pepinillo en vinagre hubiera leído la situación sin dificultad, a diferencia de la trabajadora de correos que le espetaba:

Pero vamos a ver ¿Para mandar o para recibir? ¿Mandar o recibir? Lo primero que tenéis que hacer antes de venir a España es aprender español. Digo yo.
Es lo mínimo. Dijo haciendo un gesto mientras me miraba, buscando un guiño de complicidad, que no encontró y ojalá no encuentre nunca.
Los ojos perdidos del joven miraban ignorantes el papel erróneo que adrede le alcanzó casi gritando, la energúmena. No comprendo a los que creen que elevando la voz y pronunciando más lentamente, el castellano se transforma en cualquier otro idioma, dependiendo del interlocutor que escucha.
Me acerqué a la ventanilla, la miré fijamente y le pedí el otro impreso. Por señas hice entender al chaval que me dejara el papel ajado que tenía en su mano, me lo dio sin ninguna desconfianza, pero manteniendo la misma mirada. Lo rellené, (me llamó la atención que el destinatario viviera en un lugar llamado Buah en Maryland -Liberia-).

Cuando tenía que poner la cantidad, su compañero, que había concluido su aventura, se nos había acercado, le susurró algo (en un idioma desconocido para mí ,a lo mejor si hubiera gritado se habría convertido en español). El hombre de la mirada inexplicable me dio 45 € en billetes de 5 . Me acordé de la vuelta que me habían dado en el estanco, puse 50 € en número y letra en las casillas correspondientes, añadí el billete sin que se dieran cuenta y le entregué todo a la chillona políglota.
En cuanto me devolvió la copia cumplimentada, se la entregué a los dos hombres . El que tenía aspecto de pívot de la NBA, dijo GRACIAS. Le sonreí y me fui hacia la puerta, me hervía la sangre, me giré y dije:
"Señora es Vd. la persona más indeseable que he conocido en mi toda mi vida". Crucé el umbral sin esperar respuesta, con la firme decisión de recibir mis paquetes de aquí en adelante,en cualquier otro lugar.

Lejos de sentirme aliviado me marché frustrado por no haberla llamado HIJA DE PUTA, expresión más castiza que seguro hubiera comprendido mejor e indudablemente se ajusta más a la realidad de tan despreciable ser (con perdón de las putas).

1 comentario:

M. Emilia Pavón dijo...

Uff. Aquí das respuesta completa a mi primera pregunta, esa que tímidamente te hacía en mi primer comentario. Pone los pelos de punta lo que narras.