Un equipo de geólogos se encontraba perforando el terreno en busca de yacimientos de gas natural, cuando de repente se toparon con una caverna subterránea que provocó el desmoronamiento de la excavación.
Nadie se atrevía a descender por el cráter para recuperar el costoso equipo de perforación, debido a la elevada cantidad de gases tóxicos provenientes de su interior; así que los geólogos decidieron prenderle fuego a los gases que emanaba el pozo de Darvaza, con el fin de incinerarlos hasta que se consumieran por completo en unas semanas. Los soviéticos subestimaron las dimensiones de la caverna subterránea y su inflamable contenido y lo que ellos consideraron que tardaría unas semanas en consumirse, lleva ardiendo sin cesar desde 1971, convirtiéndose en la puerta del infierno.
Fotografías: Galería de fotos de John Bradley
Gracias al correo de mi amiga Victoria
1 comentario:
Ésta es de esas historias que te dejan parpadeando. Si no es porque me lo cuentas tú, no me lo creo.
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