La otra mañana con la nevada, salí al jardín cámara en mano, con el propósito de capturar, algún pedacito de naturaleza doméstica. Me sorprendió este singular chupa-chups. En las fechas en las que estamos no es normal que sigan naciendo rosas y mucho menos que demuestren esta tenaz resistencia a los elementos.
Esta hermana suya, caída en un charco de hace unas semanas, también se resistía a perder su esplendor.
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