Una perla al día

domingo, 17 de mayo de 2009

La sombra de la revolución


Según la R.A.E
1. f. Acción y efecto de revolver o revolverse.
2. f. Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación.
3. f. Inquietud, alboroto, sedición.
4. f. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa.
Ayer en una conversación de sobremesa, con mi buen amigo Roberto Melero, arreglando el mundo, mientras dabamos cuenta de sendas copas de pacharán, discutíamos sobre la capacidad social de revolverse y cambiar profundamente cómo está montado "el tinglado". Opuse a su natural optimismo, mi proverbial misantropía, aun sabiendo que ninguno cedería una nonada de sus posiciones y que en definitiva partimos de bases idénticas, desplegamos nuestras baterías de argumentos.
Roberto me puso sobre la pista de Zeitgeist (El espíritu del tiempo) un movimiento continuador del Volksgeist ("espíritu del pueblo") hegeliano y el Romanticismo alemán, que establece la comparación entre el estado de un individuo y el espíritu de una nación que a su vez forma parte del espíritu mundial (Weltgeist).
El término es acuñado por Cornelius Jagdmann, basándose en una crítica de Herder de 1769 a la obra Genius Seculi de Adolph Klotz (latín: genius - "espíritu guardián" y saeculi - "del siglo").
El vídeo está disponible en Youtube y aunque es bastante largo, he de reconocer que es sumamente interesante. En Zeitgeist Addendum se explica meridianamente cómo está montado el entramado financiero y la nueva esclavitud. Convierte en certeza nuestras sospechas y proporciona soluciones tan hermosas cómo útopicas, pero que cada uno juzgue.
Llevamos tanto tiempo esperando una revolución auténtica que creo que algunos hemos perdido la fé de conseguir que el hámster que hace girar el mundo cambie de dirección, aunque sigamos teniendo intacta nuestra inquietud y sigamos viendo su silueta en la sombra.
Enlaces:
Canción de Amaral:Revolución

8 comentarios:

Cristina Catarecha dijo...

Ya no creo en nada. Las esperadas revoluciones no tienen figurantes; todo está vendido, todo está poseído.
Me da pena reconocerlo, os lo juro. He sido muy vehemente, he tenido mucha fé pero todo se volatilizó en pro de la nada.
No hay compromiso, no somos consecuentes.
Nadie, o casi nadie (aún conozco algún otro idiota como yo) se mojaría por nada que no le reportara un beneficio personal o un "olvídame".
El tinglado es el que es y no el que nos gustaría; disfrutemos de los pocos reductos dónde aún somos dueños de nuestras fantasías.
Viva la Revolución, viva Amaral y bien por ese ojo revolucionario que ha destapado un puño en alto.....aunque sea en la sombra :-).
Besos.

M. Emilia Pavón dijo...

Tienen muy buena pinta esos videos. En cuanto encuentre un rato los veo. Gracias, Arturo.

DUMYISLAND dijo...

Cristina, bienvenida a esta orilla de la misantropía de los optimistas informados.
Hemos dejado atrás el "to er mundo es güeno" y hemos abrazado el "homo homini lupus" de Hobbes.

Emi, buscaremos azúcar para ti.

M. Emilia Pavón dijo...

Arturo, dicho así, me siento un poco caballo, jajaja. No te preocupes. Soy de las que piensan que los animales son los mejores maestros.

Yo no dejo atrás lo
de "todo el mundo es bueno" porque lo es. Me empeño en no olvidarme de la utopía porque la necesito como el comer. En otras cosas no creo, pero sí creo en los seres humanos- os juro que no miento. Todavía no ha nacido hijo de madre que me haya decepcionado personalmente. Me decepcionan los personajes, pero, en el tú a tú, no hay nadie que no me haya inspirado amor, compasión o ternura en algún momento y, además, siempre pienso que, esos que yo menos aprecio tienen una madre o un hijo que los valora como lo más importante del mundo.

Sinceramente, no me importa la risa que oigo alrededor cuando digo esto.

M. Emilia Pavón dijo...

Hablando de otra cosa (aunque tenga que ver con lo mismo), esa cita de Tagore ("El que se ocupa demasiado en hacer el bien no tiene tiempo de ser bueno") la llevo leyendo dos noches y no me cuadra. ¿De qué sirve ser bueno si no se hace el bien?.

DUMYISLAND dijo...

Emi, es evidente que no te has cruzado con mi suegra, ni con Federico. Tienes suerte. Jajaja
La cita de Tagore, se refiere a las personas que hacen el bien, para que los demás lo sepan, con lo cual es una bondad falsa. El que es bueno, no necesita pregonarlo, más bien al contrario, procurará la discreción en sus actos desinteresados.

M. Emilia Pavón dijo...

Gracias Arturo, ahora lo entiendo mejor, aunque creo que la redacción es un tanto rebuscada. Me gusta más la simpleza de esa frase del evangelio de San Mateo: ¡Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda! (lo siento, Arturo, pero es que soy de colegio de monjas por partida doble, no puedo evitarlo, jajaja).

Oye, por cierto, ¿no me habías prometido que er Federico se iba? Pues me has engañado porque ahí sigue, tan fresco como una lechuga.

Lo de tu suegra... en fin, no la conozco es cierto, pero... si yo te contara...

DUMYISLAND dijo...

A Federico, al igual que a su compadre Cesar Vidal, les queda hasta Agosto. Lo suyo es crónica de una muerte anunciada. No obstante sus incondicionales, le podrán seguir en televisión en la hora de Federico.