Lo que ellos llaman flexibilidad debería llamarse esclavitud. Los ministros de Trabajo de la Unión Europea han dado un paso hacía una regresión sin precedentes. En la madrugada del martes llegaron a un acuerdo que permitirá ampliar la semana laboral desde las 48 horas actuales hasta un máximo de 65 horas siempre que el trabajador y empresario se pongan de acuerdo. Es decir además de estar esclavizado, debes dar tu consentimiento. Por que, no nos engañemos la negociación es sencilla: ¿Quieres trabajar 65 horitas? ¿No? Pues a la P... calle.
Si esto es consecuencia de la globalización por mi se la pueden meter por el mismo C.
Haciendo un poco de memoria, en 1831 los levantamientos de los tejedores de Lyon se producen (entre otras cosas) por un intento de incrementar su jornada de 65 a 70 horas.
Esta esclavitud enmascarada que nos están vendiendo, es una afrenta a la inteligencia, la dignidad, los derechos del trabajador y al género humano en su conjunto.
Imagen tomada de: A vueltas con el Imperio
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