Una perla al día

jueves, 17 de julio de 2008

La escalera de Jacob

En el Génesis aparece como una visión de Jacob que consistía en una escalera que unía el Cielo con la Tierra y por la que circulaban los ángeles. Esa escalera existe, sin ángeles pero existe. Está en Santa Helena, la pequeña isla de los destierros. Allí estuvieron desterrados entre otros el mismísimo Napoleón y también el menos famoso, pero igualmente egregio, Dinuzulu kaCetshwayo (último rey Zulú libre).




Napoleón vivió exiliado en Santa Helena desde 1815 hasta su muerte, acaecida en 1821 y fue enterrado allí hasta que en 1840 se trasladaron sus restos a París.




La escalera de la que hablo, se construyó en 1829 para enlazar la ciudad de Jamestown (capital de Santa Helena) con el punto más alto del acantilado, llamado Ladder Hill, donde se asentaba una guarnición.

Vista de la escalera

En la actualidad nadie usa la escalera, salvo esa curiosa y numerosa raza que son los turistas. Cuenta con 699 escalones. Allá por 1875, la línea ascendente había servido como raíl para un ferrocarril de tracción animal, muy singular, formado por un sistema de cables que elevaban vagonetas, con las que se subían los pertrechos y abastecimientos.

La escalera salva un desnivel de 182 metros que, aunque no llega al cielo como la bíblica, asciende a lo más alto del acantilado permitiendo a los más osados, subir y contemplar el Atlántico entre los dos continentes.

Localización geográfica de la isla

Fotos: Barry Weaver

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