Una duna donde pintar palabras con un palo y esperar que el viento las borre. La huella es la efímera unión entre el pie y la arena.
Una perla al día
viernes, 18 de julio de 2008
La noche, la música, la luna y el café de las 6:30 de la tarde me llevaron anoche por el camino del insomnio. Sumergido en la lectura, huyendo del teclado, me atrapa una idea. He oído en una de esas conversaciones de oficina la frase "¿Qué mundo van a heredar nuestros hijos?".
Cómo siempre le doy la vuelta, en realidad pienso que el mundo no lo heredamos de nuestros padres, si no que nos lo han prestado nuestros hijos.
Al final no resisitía la tentación y subí a acariciar las negras teclas, pero no sé si fue la empanada del sueño, la noche, la empanada de noche o que tengo dos hijos haciendo la mili en Móstoles, el caso es que no llegué a publicar el post que se quedó en la carpeta de borradores y ha muerto. Sólo he salvado la idea primigenia y la foto.
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