Una perla al día

domingo, 23 de mayo de 2010

Del felpudo a la escupidera


Imagen tomada de Google sin ánimo de lucro, si perjudica algún derecho será retirada inmediatamente
Hace un par de días leí una carta de una compañera funcionaria publicada en el 20 minutos que reclamaba, que no se la tratara cómo a un felpudo y he pensado que ese es el primer paso. Si la cosa sigue así, terminaremos dando nombre a una escupidera, como le ocurrió a Chin-Kuei allá por el año 1140.
La anécdota resulta curiosa y muy de la cultura china (Lo de escupir lo tienen muy arraigado). Chin-Kuei fue un funcionario chino de los más impopular y alguien tuvo la curiosa idea de dar su nombre a un modelo de escupidera, para que todos los administrados, tuvieran la oportunidad de mostrar su descontento escupiendo sobre su nombre. Un exito de los inicios del marketing.

Hoy eso sería impensable, ya que si a algún lumbreras, se le ocurre repetir la idea, será sepultado por los derechos de autor, querellas y demás costumbres españolas al uso. Por cierto, podríamos ir abandonando la costumbre del difama que algo queda, y el tiro gratis al funcionario.

Reproduzco íntegra la carta.


"Soy trabajadora pública, ¡uy, perdón!, me paso la vida pidiendo disculpas por tener un trabajo fijo, que -por cierto- gané en una oposición después de sacrificar mi tiempo, mi esfuerzo y mi dinero. Tengo un sueldo que ronda, bueno, rondaba los 1.000 euros, que después de este ajuste 'zapateril' no sé si volverá a las tres cifras; no busqué enriquecerme al preparar mis oposiciones, busqué estabilidad y seguridad, me siento afortunada por saber que no perderé mi trabajo, no así muchos de mis compañeros que son interinos y están en la cuerda floja.
Estoy ¡harta! de que me hablen con desprecio cuando yo sólo respondo con respeto a los ciudadanos para los que trabajo, de que parezca que los males del mundo son culpa de los trabajadores públicos, aquellos que con una nómina transparente de dinero "blanco", con el pago de impuestos íntegro, contribuyen para que los parados cobren, la Seguridad Social pueda atender a todos aquellos que llegan sin haber contribuido jamás, a que se cobren las pensiones (nosotros no sabemos si las cobraremos según va la cosa), a que los propios servicios públicos funcionen con su contribución personal y económica, y además llevo años con mi salario pasando de la congelación a la refrigeración, y ahora volviendo a la congelación.
¿Acaso se acordaron de nosotros estos años de bonanza y nos subieron el sueldo?, Nooooo, solo somos el felpudo para que los políticos sacudan sus zapatos caros, desviando sus propias culpas; sólo pido respeto, como persona, como trabajadora, como empleada pública. "

1 comentario:

Lento caminar dijo...

Don Arturo, mis respetos, como no puede ser de otra forma, para tí y tus compañeros.
Me gustaría dejaros un breve comentario -y lo hago- porque no sólo sois victimas los trabajadores públicos, el resto de los trabajadores estamos fuera del paraguas de la administración y cuando llueve nos calamos hasta los huesos.
Nosotros también sufrimos recortes salariales además de abusos, despidos y otras lindezas que no es preciso relatar porque son de sobra conocidas.
Los políticos son los ejecutores de las órdenes del poder económico y se limpian los zapatos en vuestro felpudo para no infectarnos las heridas que con ellos nos infligen cuando a nosotros nos pisan el cuello.
¡Malos tiempos amigo!
¿Alguna vez han sido buenos?
Un abrazo