Una perla al día

martes, 8 de enero de 2008



Cojo el palo y trazo sobre la arena palabras sin sentido. Un golpe de viento las difumina, el siguiente las hace desaparecer.

Me siento solo y aunque a veces he conseguido reinar en mi soledad, en estos momentos, muestra su peor rostro.

No consigo concentrarme en la lectura, los libros no quieren hablar conmigo.

Pongo música, en un intento inútil de sentir. De sentir aunque sea tristeza, melancolía o la terrible autocompasión, pero las notas resbalan sin dejar huella por aquellos lugares donde antaño creaban emociones.

Sería hermoso poder dormir para poder despertar.

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