A mi mejor amigo, le gustaba decir que el dolor no existe, que simplemente es un mecanismo psicológico que con la debida preparación y una voluntad fuerte, se puede elevar su umbral a cotas insospechadas.
No acostumbro a contradecirle nunca, pero ahora sé de buena tinta, que está equivocado, no en lo del umbral pero sí en la primera premisa.
Mi experiencia me ha permitido elaborar una taxonomía particular de algunos de estos compañeros de viaje, dejando a parte el peor de todos, el del alma, y sin rigor científico alguno he detectado los siguientes tipos:
Llevaderos
- Malestar general.- Cómo si llevarás un saco en la espalda todo el tiempo y tuvieras agujetas eternas
-Ramalazo.- Te pega de forma repentina y depende de la intensidad, te puede dejar doblado o ser pasajero
-Molestia .- Una mano invisible te agarra los riñones y aprieta
- Punzadas nocturnas.- El mismo individuo te atraviesa con un pincho desde la espalda hasta el pulmón o se divierte traspasando las articulaciones.
Los que sobrepasan el umbral
- Angustiosos.- Te llenan la garganta de algodón y no te puedes levantar por que el saco ahora lo tienes en el pecho
- Totura.- Confluyen todos los anteriores y se le añade una hoguera en el centro del estómago
Podría extenderme más, pero parecería sadomasoquista y no es mi intención, quizá en otro momento
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