Hoy, igual que cantaba Rosana, no tengo fuerzas para subirme al mundo. Tengo la sensación de estar viviendo un show de Truman particular. Resulta que unos expertos en la mente humana (léase psicólogos) están facultados por un juez (léase Dios) para dictaminar sobre la vida de mi hija, por ende de la de mi mujer y la mía.
En los vericuetos de la mente humana, (que ellos han descifrado sin problema alguno) se esconden las pruebas de que lo mejor para el desarrollo integral de una niña, es apartarla de su padres cada 15 días para que pueda contactar con su abuela y las personas que esta decida. Esto es lo bueno, lo natural y lo mejor para ua niña de 7 años. De hecho todos los padres desearían tener la posibilidad de encontrarse en esta situación para mejorar la formación de su progenie. Esta singular bonhomía de los poderes fácticos llevan a que puntualmente tenga que entregar a mi hija en el punto de encuentro, para fomentar la relación con alguien que no supo ser ni esposa, ni madre.
Alguien que atesora virtudes como la xenofobia y el racismo. Alguien que alberga y fomenta sentimientos como el odio, la venganza y el pesar por el bien ajeno. Alguien que unicamente piensa en sí misma y que no duda en utilizar a mi propia hija (su nieta) para dañar a la suya (mi mujer) de forma ruin y miserable. Alguien en definitiva, a quien podría definir llanamente (aunque se me ocurren calificativos mucho más acertados pero más gruesos) como un mal bicho.
Quizá esté equivocado, y para competir en este mundo de Truman, sea mejor dotar a mi niña de esas armas para progresar en la vida y estos expertos estén atinados, pero si es así este mundo es una MIERDA.
Si no nos conocemos ni nosotros mismos, ¿Cómo es posible barajando cuatro datos externos, poder dictaminar sobre la conducta de los demás sin miedo a equivocarse?
Se da la paradoja de que si no llevo a la niña a estos encuentros en la 4ª fase acabo entre rejas, mientras que un pederasta condenado puede transitar libremente por la calle, violar y matar a una criatura. Si alguien me lo puede explicar le estaré muy agradecido, y para todos aquellos que se empeñan en resumir la vida en 4 ó 5 fórmulas, recomiendo la lectura de El Cisne Negro. El impacto de lo altamente improbable.
2 comentarios:
Suerte, Arturo. Yo no tengo hij@as pero creo educando a una persona solo para competir y que codee a los demás no podría vivir tranquilo.
Gracias Alberto.
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