Últimamente vemos demasiadas bajadas de pantalones, de personajes que hacen gala de todo lo contrario. La sociedad actual favorece la pérdida de valores como la integridad personal. Siempre he pensado que ser consecuente, si no es una virtud, al menos ayuda a conciliar el sueño. Y aunque me vaya mal, pues la corriente fluye en otra dirección, mi lema personal es "Antes partir que doblar".
Pongamos tres ejemplos recientes de bajadas de pantalones sonadas:- - El beso de Gallardón a Doña Cuaresma. Una mezcla del beso de Tosca y el de Judas Iscariote. Dice muy poco en favor de la credibilidad del Alcalde.
- - La de Luis Aragonés con la rueda de prensa del caso Raúl, insistiendo que no se los baja ni en los aeropuertos, mientras los demás le veíamos los zahones por los tobillos.
- - La de Hugo Chávez, haciéndose el bueno invitando a Fito Páez y Alejandro Sanz a dar un concierto en el palacio de Miraflores, cuando anteriormente se lo prohibió en dos ocasiones.
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