Una perla al día

miércoles, 27 de febrero de 2008

El contrato para inmigrantes

La justicia esquizofrénica, a veces ramera, a veces diosa, vuelve a enseñarnos su peor cara castigando sin piedad al desheredado. Reproduzco parte del artículo publicado en el 20minutos.
En libertad la hostelera que pagaba un euro la hora a sus empleadas
"La hostelera bilbaína de 58 años acusada de explotar a sus empleadas en su restaurante de Izurtza (cerca de Durango) está en libertad, según confirmó ayer a 20minutos la Policía Nacional. Aunque el pasado martes la Delegación del Gobierno en Euskadi había informado de que la mujer había sido detenida, realmente volvió a casa el mismo día de su arresto, el pasado 6 de febrero. «Sufre una enfermedad del corazón y quedó en libertad», explicaron desde la Brigada de Extranjería.
Estas mismas fuentes detallaron ayer que un total de diez mujeres fueron víctimas del abuso laboral. La empresaria les obligaba a trabajar 55 horas semanales por un sueldo de 230 euros mensuales. La mayoría de las víctimas procedían de Rumanía, Colombia y Bolivia, aunque entre las afectadas había «algunas españolas».
Dos de las explotadas son bolivianas, de 20 y 47 años, y están en situación irregular. Por ello, a pesar de haber sufrido el abuso, serán expulsadas a sus países, según explicó ayer la Policía".
Que razón tienen los voceros y cañetes que quieren acotar y regular la inmigración de semejantes salvajes. Que poca vergüenza tienen estos inmigrantes que muerden con saña la mano que les alimenta. Estos angelicales empresarios, españoles de bien, que de forma caritativa los emplean para apartarlos durante 55 horas semanales + 15 horas los sábados, de esas prácticas contranatura que traen de sus países de origen y además les pagan 230 Eurazos al mes.
No contentos con ello, emplean su ocio, en colapsar nuestros hospitales haciéndose mamografías a troche y moche, practican el caníbalismo entre semana, la ablación los viernes, y si les sobra tiempo violan a nuestros hijos y mujeres entre lapidación y lapidación.
Afortunadamente tenemos la ley, y las dos bolivianas serán expulsadas de nuestro país a la mayor brevedad posible. No me extraña que la pobre empresaria haya enfermado del corazón, al ver como semejante muestra de bonhomía recibe como pago una denuncia. Eso le pasa por no contratar camareros como los de antes.
No cabe duda que tiene enfermo el corazón.

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