La propuesta torticera de la prohibición del velo en las escuelas amparada en la ley francesa, viene a demostrar una vez más el ejercicio constante de la doble moral de la derecha española, aunque Benedicto XVI lo llame relativismo moral.
A diferencia del intento francés de separar Iglesia y Estado, la propuesta española sólo persigue la penalización del velo musulmán. En Francia no se permite entrar en las escuelas públicas, ni con crucifijos, ni con kipás, ni con ningún otro signo religioso.
Resulta que para no soliviantar a los obispos, dicen que lo harán por la dignidad de la mujer. Menos en Ceuta y Melilla, que en atención a una realidad local y en pro de la riqueza cultural (no es por perder votos), será permitido.
Esto que el Papa llama relativismo moral, en castellano puro siempre se ha llamado "cara dura".
Mi mente pervertida, no puede evitar pensar en una jovencita en un colegio de monjas subvencionado, exhibiendo un colgante con el orisha Eshu.
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